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viernes, 9 de octubre de 2015

Cada Quien en lo Suyo. Ezequiel 46.


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Jehová es un Dios de orden por lo tanto estableció medidas que no solo reflejan ese orden también hacen que lo que se haga produzca mayor productividad.
La mejor manera de obtener mayores frutos en menos tiempo y con un mínimo de esfuerzo es trabajando en equipo a esto Jesucristo le llama cuerpo cada órgano tiene una función que hacer. Romanos 12: 5 “así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.” cada órgano en el cuerpo es importante y cumple una función especial.   Y no debe sentirse menospreciado 1 Corintios 12: 15 “Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?

Para que este mundo espiritual y físico funcione de manera perfecta Dios dejo todo establecido y organizado.
Jehová doto a muchas personas para que nos encarguemos de administrar o  gobernar unos de manera espiritual y otros de manera secular.
Gobierno secular. Dios dejo que el hombre gobernara la tierra esto lo dispuso desde un principio. Génesis 1: 26 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” Adán administraba pero desde que el hombre peco su sistema de gobierno se hace a través de la política la cual ha excluido a Dios.
El príncipe o el rey debían ocuparse de la administración secular pero no podía ministrar delante de Jehová. Ezequiel 46: 2 “Y el príncipe entrará por el camino del portal de la puerta exterior, y estará en pie junto al umbral de la puerta mientras los sacerdotes ofrezcan su holocausto y sus ofrendas de paz, y adorará junto a la entrada de la puerta; después saldrá; pero no se cerrará la puerta hasta la tarde.
El sacerdote no podía meterse en asuntos de gobierno su función era ministrar delante de Jehová. Ninguno de los dos podía usurpar el puesto del otro. El sacerdote no podía corromperse en la política y el político o gobernante de turno no podía meterse a ministrar en las cosas santas. 1 Samuel 13: 9- 14 “Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí Samuel que venía; y Saúl salió a recibirle, para saludarle. Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto. Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.” Hoy por el afán de ser protagonistas muchos pastores han dejado la santidad del ministerio por mezclarse con la política. La excusa de ellos es que lo hacen para santificar la política o el sistema de gobierno corrupto de este mundo.
Los cristianos al igual que cualquier ciudadano puede tener el candidato de su predilección teniendo en cuenta que el único que puede cambiar a este mundo y transformarlo en un remanso de paz es Jesucristo no los gobiernos humanos.
Los pastores al igual que los militares debemos ser neutrales no podemos involucrarnos en política porque perdemos nuestra labor de exhortación y corrección. Un militar dejaría de ser confiable en cuanto a su función de proteger a la población si él tiene en su corazón inclinación por una determinada corriente política.
No solo por espiritualidad también por ética una persona que esté en un puesto de superioridad no debe influenciar a los que están bajo su mando a botar por un determinado candidato.
El gobierno humano y el gobierno secular no se pueden mesclar entre ellos pero si se complementan y se respetan mutuamente. Marcos 12: 14-17 “Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos? Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César. Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.
La política al igual que la religión no son malas ni buenas son los hombres que hacen de ellas lo que quieren. Nadie puede servir a dos señores. Decide en que área quieres servir como gobernante o administrador ¿en lo secular? o ¿en lo espiritual?
 Jehová es un Dios de orden si quieres que la política funcione ora para que los gobernantes tengan sabiduría y puedan administrar correctamente.